lunes, 9 de febrero de 2015

Especial de San Valentín: Día 4




















Título: Amos y mazmorras (tercera y cuarta parte).
Autor: Lena Valenti.
Género: Thriller, romance erótico.
Fecha de publicación: octubre de 2013.

Sinopsis

Desde que el agente de la SVR Markus Lébedev y la agente del FBI Leslie Connelly se encontraron en las Islas Vírgenes en la misión de Amos y Mazmorras, una cosa quedó patente: la tensión sexual y el deseo les iba a matar. Ahora deberán trabajar juntos para llegar hasta la raíz de las bandas rusas de trata de blancas. Su nueva misión en los Reinos Olvidados pondrá en riesgo su profesionalidad, su conciencia y los valores de cada uno, en un caso, dividido en dos partes, en el que arriesgar el corazón puede suponer perderlo para siempre. Lena Valenti vuelve a sorprender y a enganchar con un increíble cóctel lleno de erotismo, amor, humor, originalidad y giros impensados y maquiavélicos, llenos de reencuentros y escenas que quitan la respiración. Markus y Leslie harán las delicias de los lectores más exigentes en una historia de opuestos en la que la violencia y la realidad más vil se contrapone a la ternura y a la compasión, que no vienen exentas de lecciones aplastantes.

Parte III: "La misión"

"En los Reinos Olvidados todos pierden el corazón"

Hoy continuamos con la secuela de la saga de Lena Valenti, nuestra historia da un giro de 180 grados cuando Leslie Conelly descubre que Markus Lébedev, un participante del torneo, era en realidad un agente de la SVR (Servicio de Inteligencia Exterior ruso). Descubriremos que la tapadera del torneo era mucho más grande de lo que pensábamos, y Leslie deberá infiltrarse junto con Markus en una misión que les puede quitar la vida para llegar hasta los cabecillas de la mafia rusa.

Una cosa que me encanta de estos libros es que puedes leerlos separados y no pasa nada; por supuesto, hay elementos que conectan las historias y Lena deja algunos cabos sueltos para dejarnos con la intriga, pero no hay ningún problema si leemos el III y el IV sin haber leído los dos primeros porque al inicio de la tercera parte hay una especie de resumen presentado como informe policíaco que bien sirve para refrescar la memoria (si leímos el I y el II), o para ubicarnos en la historia (si no los leímos).

Markus es un personaje interesantísimo que pelea a mano limpia con Lion a ver cuál me gusta más. Tengo un interés particular por los hombres rotos, y Markus es uno de ellos; intenta evitar a toda costa involucrarse con Leslie por el bien de la misión, pero la atracción que siente hacia ella es tan intensa que teme no poder lograrlo. Su pasado secreto es lo que lo motiva, y a pesar de tener a Leslie de por medio, no va a permitir que nada e impida ejecutar su venganza contra la mafia rusa. 

Markus es, como dije, un hombre roto, sediento de venganza, misterioso y que hará lo que sea por cumplir su objetivo, incluso lastimar a Leslie. 

No estoy segura de poder calificar lo que sucede en este libro como romance; cada vez que Leslie intenta alcanzar a Markus, él la esquiva. Juegan a perseguirse y a controlar la tensión sexual que hay entre ellos, esto le da cierto gusto a la historia pero a veces se vuelve desesperante (en el mejor de los sentidos), así que realmente en el transcurso de la tercera parte no tenemos un romance, sino un estira y afloja entre los protagonistas. 

Todo el libro transcurre en 48 horas llenas de acción, Leslie y Markus deben superar sus diferencias, pelear con puños y dientes y resistir la atracción entre ellos para formar una pareja efectiva y descubrir a los responsables de la más grande red de tráfico de mujeres.

Lena Valenti dijo que no quería ir por lo seguro y repetir lo mismo que hizo con Amos y mazmorras I y II, que quería innovar, y cumplió su palabra. Este libro nos muestra una realidad completamente diferente, y les aseguro que en ningún momento se aburrirán; no puedo siquiera encontrar una sola cosa mala que decir al respecto. Este, al igual que los demás, está perfectamente estructurado, lleno de acción, emoción, historias desagarradoras y un romance que les acelerará el pulso. 

El final los dejará con la boca abierta, porque después de acabar la misión el ruso huye y deja a Leslie con el corazón roto y un paquete que la cambiará para siempre; pero les aseguro que este romance no acaba aquí.


Parte IV: "El hechizo"

Luego de intentar eliminar a Yuri Basíliev, hijo del líder de la operación de trata de blancas en Rusia, Markus regresa con Leslie luego de dos semanas desaparecido. Leslie duda de él, es el principal sospechoso del FBI y la SVR por estar implicado en las bratvas (mafia rusa), y cuando vuelve junto a ella jurando que la va a proteger, no sabe en qué creer.

Perdidamente enamorada de Markus, Leslie no logra  siquiera que él confiese su atracción por ella,  la confunde como nadie con su toque a veces compasivo y a veces rudo, con sus cambio de actitud y sus señales contradictorias; pero tienen cosas más importantes por las qué preocuparse.

El sistema que se supone debía protegerlos (el gobierno, la SVR, fiscales, personajes con poder) han sido comprados por las bratvas. Ahora está en sus manos atrapar a Yuri Basíliev e impedir que se ejecute una compra de armas militares y popper y expulsar a la mafiya de Nueva Orleans, pero se enfrentarán a una realidad más terrible que, llevada por la venganza, puede acabar con la vida de los que más quieren.

Lena describe a la perfección cómo la corrupción logra escalar y colarse en los puestos más altos de la sociedad, y nos llena de intriga y desespero, poniéndonos a pensar que el amor de Markus y Leslie es imposible. Veremos reaparecer a algunos personajes de los primeros libros, como Nick Summers y la Reina de las arañas, en escenas que nos tendrán comiéndonos las uñas de ansiedad. Un paso en falso de nuestros personajes, y todo puede venirse abajo. 

Solo puedo decirles que lean, porque estos libros son imperdibles, llenos de arriba abajo con romances imposibles, secretos y escenas descorazonadoras, y estaremos expectantes hasta la última página (literalmente) dónde ataremos todos los cabos...

¿o no?

-Shema

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